Con el paso del tiempo hemos comprendido qué navegar es adentrarse en un océano de posibilidades, donde el capitán de la embarcación es el mar y su tripulación todo aquél que surque sus aguas.
 
Esa mañana íbamos en busca de ballenas jorobas, las cuales llegan a costas mexicanas durante el invierno. A pesar de nuestra planificación en cuanto a temporada, clima y horario, resultó ser un día especialmente caluroso por lo que el agua se templó rápidamente evitando que nos encontráramos con las ballenas.
 
Cabizbajos, tomamos rumbo a tierra y a tan solo una milla náutica de arribar, nuestra embarcación se detuvo súbitamente por una falla en el motor. Pasaron varios minutos, cuando de repente una bandada de gaviotas se abalanzó al agua frente a nosotros, regalándonos así la fotografía del día.